Antes la moda eran las alfombras voladoras, ahora son las rojas. Hasta las venden en Zara Home e Ikea, todas fabricadas en el barrio de Chanpara* de Daca, capital de Bangladesh, ese “paraíso” sobre la tierra repleto de animados talleres textiles en los que mujeres y menores aúnan sus esfuerzos por nuestro mejor estar y bienestar.
Las alfombras rojas caseras nos permiten pasearnos en pelota picada, en ropa interior (de Zara también, por supuesto), en resultón bañador, en sufridos tejanos, en traje de dos piezas o con faldas y a lo loco. Gracias a ellas somos los reyes de nuestros cástines* privados en los que nos seleccionamos como emprendedores del año, amantes de postín, reyes del mambo o hipócritas triunfadores (que, por cierto, no es lo mismo que triunfadores hipócritas).
Lo jodido es cuando te da por extender la alfombra y sacar a relucir antiguas máscaras: el disfraz de legionario romano; la pelota de baloncesto convertida espejito tras espejito en bola giratoria de discoteca de los ochenta; las gafas de sol de color verde macarra; el libro de Alianza Editorial subrayado hasta la mitad, justo hasta que te cansaste; el primer crédito, que a veces es incluso el último; etc. Y etc. Y etc.
En ese momento hay que elegir entre bajarse de la noria o imitar a Roy Schneider en su papel de Joe Gideon en la mítica All thaz Jazz de Bob Fosse: te miras en el espejo a las 7.30 en punto y con voz clara y rotunda le dices al mundo que comienza el espectáculo. Castin superado.
Superes o no superes tus cástines diarios – ardua tarea- deberías de sumarte al recuerdo de Vázquez Montalbán que Carlos Zanón realiza al escribir Carvalho: problemas de identidad, problemas a los que también responde otro añorado, Oliver Sacks, en El río de la conciencia, libro póstumo traducido por Damià Alous.
Queramos o no los europeos tenemos una identidad común y un motón de comunes líos y problemas: leer Una lección olvidada. Viajes por la historia de Europa de Guillermo Altares ayuda…y divierte. Con Lectura fácil de Cristina Morales lo tienes fácil: pocas novelas tan buenas como provocadoras.
*La verdad es que no tengo ni idea de si en dicho barrio de Daca hay talleres textiles o no. En todo caso lejos no andarán.
*Castin. Adaptación gráfica propuesta para la voz inglesa casting, ‘proceso de selección del reparto de una película o de los participantes en un espectáculo’. Su plural debe ser cástines. RAE dixit.