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Bueno, pues los XV Premios Cálamo son historia. Satisfechos, la verdad. En cuanto tenga tiempo hago un balance y escribo unas líneas. O mejor, dedico un tiempo a hacerlo, que suena igual pero no es lo mismo.

¿Por qué hay hechos recientes de nuestra vida que parece que ocurrieron hace un siglo? ¿Cómo es posible tener a la vez la sensación de que los meses se despeñan brutalmente veloces  ante nuestras narices? ¿Qué es el tiempo? ¿Y el espacio? Para, que vamos mal…

En estas estaba cuando veo en televisión a Vargas Llosa presentando en Madrid su nueva novela Cinco esquinas en compañía de Isabel Preysler, más contento que chupillas. Escritoras, banqueros, periodistas, peleteros, marquesas, modistas, futbolistas, modelos, políticos, editores, rentistas, cupletistas, tractoristas, taxistas,…allí estaba todo Madrid;  qué todo Madrid, toda España;  qué toda España, todo el orbe. Eso si es compromiso histórico, modelo de consenso patrio, unidad de destino en lo universal. Eso es gobierno de concentración, aunar esfuerzos para el bien común, evitar que nos invadan las sirias, los sirios y las falsas sirias y sirios. Olé, olé y re-olé.

 Y miro a la mesita del salón veo tres libros tres que el único consenso que suscitan- o que me suscitan – es el de la admiración por su rebeldía. Uno grita Viva – así se titula-  y es obra de Patrick Deville. Habla del México de 1937, ese en el que vivían Trotski, FridaKahlo, Rivera, Tina Modotti, Malcolm Lowry y tantos personajes míticos. Otro trata del México de hoy, de ese que se desangra por culpa de su gobierno y el narco: lo ha escrito Carlos Velázquez y se llama El karma de vivir al norte: tremendo, brutal, fantástico. Y el tercero es una obra inédita de Jorge Semprún, Ejercicios de supervivencia, un texto breve en el que habla de su condición de preso torturado bajo el nazismo. Qué curioso: lo prologa Vargas Llosa…no, hasta aquí no puede llegar el consenso.

Por cierto, no he leído Cinco esquinas pero lo haré: estoy convencido de que será, como todos los suyos, una gran novela. El tiempo…