Plaza San Francisco, 4 y 5.  E-50006 Zaragoza, España
Lu-Vi: 10.00-13.30, 16.30-20.30
Sa: 10.00-14.00



+34 976557318

Libería Cálamo - Logo

John Berger "in memoriam"

Presentación de la nueva edición de  Y nuestros rostros, mi vida, breves como fotos, obra de John Berger ilustrada por Leticia Ruifernández, traducida por Pilar Vázquez y publicada por Diego Moreno en su editorial Nórdica Libros. Contaremos con la presencia de algunos de sus amigos y admiradores: Cristina Yañez, Ricardo Calero, Rafael Campos, Gervasio Sánchez, Antón Castro…y tú.


Sinopsis


Este inclasificable libro une con lucidez la profundidad del trabajo ensayístico de John Berger sobre el arte con la riqueza emocional de su trabajo narrativo y poético. Por primera vez se sirve de sus modos de ver para examinar su obra, sus emociones, y cuestiona aspectos trascendentes como las razones que nos llevan a amar. Las respuestas de Berger, misteriosas por su sutileza, son esperanzadas y necesarias. En este libro, posiblemente su obra más íntima, el autor pasa revista a una serie de experiencias que son tan esenciales, tan familiares (el amor y el tiempo, la ausencia y la distancia, el arraigo y el alejamiento) que casi hemos olvidado la manera de sentirlas en nuestra vida.


Como señala Manuel Rivas en su hermoso prólogo para esta edición, «toda la obra de John Berger es un laborioso avance por la incerteza, merodeando, sin pisar. Y eso es lo que permite ver lo imprevisible, pero también crear lo jamais vu, otras especies, otras realidades. El realismo de Berger consistía en ir más allá de la realidad»


John Berger nació en Londres en 1926 y vivió en Francia desde 1962.
Su actividad abarcó la pintura, la novela, el arte y la poesía. Pero, sobre todo, fue conocido como un maestro de la crítica cultural, entendida en el más amplio sentido. Su momento de mayor fama llegó en 1972, con la emisión en la cadena de televisión pública BBC de la serie Modos de ver, que sirvió para educar en la apreciación del arte a varias generaciones en todo el mundo.
Nunca dejó de dibujar, de viajar en moto ni de escribir poemas. Fue el puente entre la gente de a pie y los grandes maestros de la pintura occidental. También la voz de los seres más frágiles.
Murió en París el 2 de enero de 2017.