Hay
un complot, estoy seguro. Ayer fui a comprar huevos a un supermercado y al
llegar a casa me di cuenta que todos están numerados: en su fina cáscara
alguien ha estampado de manera paciente y cuidadosa 11 dígitos. 11: ni uno más
ni uno menos. Me ha dado miedo.
Veo
en la tele que el dictador de Bielorrusia se dedica a propiciar que miles de
personas que huyen de la guerra y la pobreza lleguen a su país, no para
ayudarles, no, sino para arrojarlos a la frontera polaca para fastidiar a la
Unión Europea. Y cómo los polacos no les dejan pasar a base de porrazos y
vallas afiladas, se quedan en tierra de nadie sin comida ni bebida y a temperaturas bajo cero. Eso sí, también los
bielorrusos los calientan a golpes y maltratos. Hace unos meses un simpático y
democrático rey hizo lo mismo con casi mil niños. Todo el mundo quería hablar
con el pobre rey, pero nadie con los
niños. Me ha dado miedo.
Con
mi pareja, hemos comido en un restaurante, muy rico todo. En la mesa de
enfrente se han sentado dos parejas con
dos hijos cada una. Nada más llegar, a
cada niño le han “enchufado” un móvil. Los adultos hablaban, reían en voz alta,
celebraban la vida. Los niños ni reían, ni hablaban, tan solo movían los
deditos de sus dos manos y con los ojos fijos en su pantalla. Cuatro niños,
cuatro móviles. Me ha dado miedo.
De
repente he caído en la cuenta de que es muy fácil quedarse mirando los huevos
para no querer ver ni tiranos ni estupideces. Y qué, mira por dónde, el bielorruso y las dos parejas forman parte
de la conspiración del mal. Así que esta noche voy a hacer una enorme tortilla
de patata con todos los huevos del supermercado, me la voy a zampar y me voy a
poner a gritar como un loco “No pasarán”.
No
sé sí me atreveré a hacerlo, pero debería.
Antonio Ungar nació en Bogotá y cómo es un conspiranoico agudo,
lleva media vida escribiendo sobre lo que pasó y pasa en Colombia en crónicas
periodísticas o en novelas como Eva y las fieras, un excelente y
adictivo relato basado en hechos reales ocurridos en una zona de la región
amazónica de su hermoso y doloroso país durante unos días de noviembre del año
1999.
https://tienda.calamo.com/es/libro/eva-y-las-fieras_2450050050
A Manon Steffan Rosl le va todo lo
relacionado con el mundo artístico. Además de cantar y tocar la guitarra en el
dúo Blodau Gwylltion, escribe teatro,
novelas y guiones, y todo ello en lengua galesa. El Libro Azul de Nebo ha recibido todos los premios posibles en
Gales y está siendo traducida a multitud de idiomas. La cosa va de catástrofes
nucleares y cuadernos escritos; también de amor e identidad. En todo caso un
conmovedor y luminoso libro.
https://tienda.calamo.com/es/libro/el-libro-azul-de-nebo_6800210306
Esta
es la historia de un sacerdote que en los años cincuenta pasaba por ser un
santo. Esta es la historia de un depravado sexual que era sacerdote y para
algunos un santo. Esta es una historia que el franquismo y parte de la iglesia
quisieron esconder para siempre. Sacramento, la última novela de Antonio Soler. Dinamita.