Lo que cuenta en la vida son las actividades extraescolares
En cuanto un niño pisa la escuela comienza un estrambótico
tobogán de frenética actividad al acabar el horario escolar. Refuerzo de
inglés, chino o alemán, extenuantes entrenamientos baloncestísticos, carreras
atléticas en las que la chavala ni despunta ni despuntará, infinitas sesiones
de aporreamiento de piano, esperpénticas
actuaciones teatrales…sometemos a nuestros hijas e hijos a un régimen estajanovista con la estúpida
ilusión de que así serán más cultos, más guapos, felices e interesantes y, por
supuesto, más ricos.
Pronto que tarde llega la venganza, y
nuestra bendita descendencia nos hace saber que con su inglés apache le
basta y sobra, que las vallas te las
saltes tú, que la música que adora es la de los bares de copas y que ya actúa
suficiente haciendo como que lleva una vida sana y estudiosa.
Cumples años, trabajas si encuentras trabajo, encuentras
pareja –no siempre-, compras un piso- si
te dan un crédito- e irremediablemente ya eres adulto y no hay chorradas que valgan.
Un día te jubilas o te jubilan, y en el mismo momento que
cobras la primera paga de la seguridad social,
te arrojas de nuevo de manera
inevitable a las “actividades extraescolares”: imitas a la Caballé en el coro del barrio, te
pegas unos palizones de aúpa con la bicicleta vestido con un casco esconde
calvas y un mallot estrechito y ajustado
de dudoso gusto, te gastas una pasta en
gimnasios y piscinas llenos de aparatos raros y jóvenes musculados que se
atiborran de anabolizantes, desesperas a tu profesor de francés con una
pronunciación que provocaría el llanto eterno en Cyrano de Bergerac y recorres
todos los hoteles de la costas españolas pagando cuatro perras y comiendo de dos a tres cruasanes en cada desayuno.
La ventaja de ser autónomo - la única - es que retrasas tu
entrada en la segunda infancia. No reírse, ya llegara.
(Amigas y amigos jubilados: os quiero. Todo lo anterior,
como dice mi nieto, “es una bromita”.)
Aparece un nuevo volumen de los Diarios de Rafael Chirbes,
un acontecimiento literario de primera magnitud. El autor valenciano elaboraba
sus novelas con ordenador y no cesaba de
corregirlas. Mientras, escribía sus cuadernos de memorias a mano y sin
modificación alguna. No hay tema al que no se enfrente: política, viajes,
gastronomía, lecturas, cine, sexo…Abre sus páginas por cualquiera de sus
páginas y asómate a la mejor prosa española de finales del siglo XX y comienzos
del XXI.
https://tienda.calamo.com/es/libro/diarios_2450050048
https://tienda.calamo.com/es/libro/diarios_2450050071
En la senda de A
sangre fría de Truman Capote, Nicola
Lagioia narra en La ciudad de los vivos un hecho real
ocurrido en 2016: un absurdo y cruel asesinato cometido por dos jóvenes de
“buena familia” en una Roma que tras años y años de mala gestión política
parece hundirse en el fango de manera inevitable. Grandísimo libro que se lee a
velocidad de vértigo. Obra traducida por Xavier González Rovira.
https://tienda.calamo.com/es/libro/la-ciudad-de-los-vivos_4340201001
Estamos de enhorabuena: nuevo libro de Delphine de Vigan, Los reyes de la casa, traducido por
Pablo Martín Sánchez. Redes sociales, sobreexposición personal y explotación
mediática de la infancia, e incluso de nuestras propias hijas e hijos. Hay que leerlo.
https://tienda.calamo.com/es/libro/los-reyes-de-la-casa_2450090106
Paco Cerdà,
ganador del Premio Cálamo al Libro del Año 2020 por El peón, acaba de
publicar 14 de abril, un conmovedor relato sobre la llegada de la
Segunda República a todos los rincones de España.
https://tienda.calamo.com/es/libro/14-de-abril_9740010200
Un fuerte abrazo. Nos vemos en Cálamo. Paco Goyanes.