De todas las noticias que he leído y escuchado en los últimos meses, la que me tiene obsesionado – merced a mi depravada mente - es la del acuerdo matrimonial que acaban de firmar Jennifer López y Ben Affleck.
Era un traje de centurión romano, con su armadura de peto, su capa roja y su casco de penacho, ese que parece una escoba. En vez de espada corta, una lanza medieval de plástico que se plegaba sobre si misma al chocar contra el “enemigo”