Eduardo Riestra, responsable de Ediciones del Viento, acaba de publicar Exploradores y viajeros por África, antología de autores de los siglos XIX y XX que merece una atenta lectura.
Los españoles – a pesar de la manida racista y despreciativa frase “África empieza en los Pirineos”- durante siglos hemos ignorado lo que era y ocurría al sur de los países del Magreb. África era la Legión, la guardia de Franco, el Cola Cao, Tarzán de los monos y un puchero muy grande dónde se cocían unos señores blancos vestidos de blanco y con sombrero de nombre raro – sarakof- antes de que se los comieran a mandíbula batiente unos desarrapados de color negro intenso.
En el siglo XXI algo ha cambiado: África es un destino vacacional para funcionarios que te dan la tabarra sin cuento con su viaje organizado y mega caro de 10 días a Kenia en el que han descubierto “la de dios” – impresiona como a estas alturas de la película todavía el turista se otorga el conocimiento del otro gracias visitas tan epidérmicas -; un montón de muertos por el Ébola, maldita enfermedad contra la que pelean monjas y médicos blancos metidos en unos trajes como de buzo; una colección de sátrapas que de vez en cuando saltan a las páginas de los periódicos por sus pisitos de 500 metros cuadrados en París y su colección de Ferraris expuestos a la intemperie tropical – de sus negocios y amistades con políticos de nuestro país de derecha y supuesta izquierda como en el caso de Teodoro Obiang Nguema nada se habla, claro-; unas costas en las que la flota pesquera gallega arrasa sin control alguno para servirnos estupendos langostinos, lenguados y rapes; la tierra de origen de buena parte de los vecinos del barrio de las Delicias. También un montón de futbolistas que corren que se las pelan y el campo de acción favorito de nuestro Rey Padre. Y pateras, muchas pateras.
¿Qué tiene que ver culturalmente un portugués con un esloveno? ¿Un turolense del maestrazgo con un moscovita que regenta una tienda de muñecas rusas enfocada al turismo? Muy poco. En cambio un senegalés vecino de Saint Louis, cerca de la frontera con Mauritania, y un etíope de la región del Río Omo son para nosotros son lo mismo. Todo es pobre, violento y oscuro, muy oscuro. Todo es África
Ya no hay excusa. Desde hace años y de forma valerosa, Edicions Bellaterra viene publicando la excepcional colección “Biblioteca de Estudios Africanos”, todo un referente que deberías conocer. Y son innumerables las ediciones de literatura africana en nuestro país, así como de ensayos de todo tipo. Pregúntanos, podemos aconsejarte según tus intereses. Para eso estamos.