Al principio de los tiempos fue un Renault 5 de color verde judía verde. Nada más entregar la señal, firmar el crédito y sacarlo del concesionario, lo rallé de manera espectacular con un container de escombros a la entrada del garaje, una desgracia.
No hay pueblo por pequeño que sea que no tenga su monumento de homenaje a los muertos por la Patria, así, en mayúsculas. Francia cuida su pasado con fervor, tanto que a veces lo enmascara. Todos son similares.